Luchador eterno

Con las manos en el piso entiendo la altura.
La entiendo porque no la poseo y así entiendo la necesidad.
La necesidad de tenerte.
La necesidad de sentirte.
La necesidad de buscarte, o mejor aun de encontrarte.

Y estas aquí, entre toda esta sangre.
Entre todo este dolor.
Estas aquí, derritiendote en medio de esta batalla.
Dejándote hecho pedazos, entre tantas vidas.

Tan alto has estado.
Tan bajo has caído una y otra vez.
Quizá aprendiendo cuanto es suficiente.
Quizá pensando parar y rendirte
Aquí sigues.
Tendido en el suelo luchando mientras aprendes a dejar de hacerlo.
No por cobarde.
Mas bien por consiente.