Abandonados

Dos poemas, dos perspectivas de una historia que se cuenta a si misma en el sentimiento de cada verso.

Quien lo siente lo comprende, y así la vida misma puede ser comprendida si puede ser sentida.

Es así como sabemos que no se trata de buscar un culpable, porque nunca los hay.

Somos solo victimas de una linea, del tiempo, de las decisiones y de los sentimientos que nacen en emociones que nos confunden y nos ciegan.

Dos historias que por distantes que puedan parecer, coinciden entre si para darle sentido a un mundo que no se atreve a aparecer mas que al ser imaginado.

Ella...

Tras tus pasos huye aun el eco de tu despedida.
Midiendo cada gota de espacio acumulada en el tiempo que marca tu distancia.
Aunque ya distante te encontré antes de irte.
Pues no había hogar para mi cariño en tu mirada, y tu alma estaba sola, con las manos en los bolsillos para no sostener la mía.
Y fueron esos sentimientos inoportunos marcando la necesidad de un ser innecesario.
Insensatos traidores que trajeron un engaño a mis manos.
El que me hizo creer tenerte presente en un instante de tu ausencia.
Guardado en mi conciencia, como el detalle errado de una singularidad indeseable que no paro de desear.

El...

 

En esta maleta guardé los instantes de tu despedida.
Los bebo con su peculiar sabor amargo.
Piedra del largo sendero que raspó mis rodillas.
Cumpliendo un deseo pretendió enredar mis dedos entre sus cabellos.
No había nunca huido de mis necesidades hasta que se convirtieron en tus males.
Transmutando en la pesadilla de tus propios temores tus gestos exteriores.
explicándose ex convictos en tu llanto que buscaba propósitos en mi mirada.
Así me aleje con la metralla clavada y el alma quemada por el fuego de tu mirada.
Esa que se quedo de pie buscando luz en mis ojos.
Ardió de ira al no encontrar nada.
Destrozando entonces un salvaje tramo que no entiende a quien lo transita.
Porque quien cree que posee al caminante, solo posee al recuerdo que deja el tiempo en el corazón que habita.